Lcdo. Sergio Ramos.- Una vez más se destapan las inconsistencias entre los hechos y los principios sobre los que se asientan la Organización de Naciones Unidas (ONU). El Consejo de Seguridad de la ONU acaba de designar a Rusia para dirigir ese importante organismo, cuyo fin es la preservación de la paz.

De acuerdo a los propósitos expuestos por las Naciones Unidas el objetivo del Consejo de Seguridad de la ONU es:

“El Consejo de Seguridad responde a las crisis en todo el mundo según un análisis caso por caso y dispone de una amplia gama de opciones. Cuando debe considerar el establecimiento de nuevas operaciones de paz tiene en cuenta muchos factores, entre ellos:

• Si se ha proclamado un alto el fuego en el lugar y las partes se han comprometido a participar en un proceso de paz destinado a alcanzar un acuerdo político.
  
  
•  Si existe un fin político claro que puede estar reflejado en el mandato.
  
  
• Si es posible formular un mandato preciso para una operación de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas.
  
  
• Si se puede garantizar de forma razonable la seguridad del personal de las Naciones Unidas, y en particular si se pueden obtener garantías a ese respecto de las partes o facciones principales.”

De hecho el Articulo 24 de la Carta de las Naciones Unidas establece que:

“Artículo 24.

• A fin de asegurar acción rápida y eficaz por parte de las Naciones Unidas, sus Miembros confieren al Consejo de Seguridad la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales, y reconocen que el Consejo de Seguridad actúa a nombre de ellos al desempeñar las funciones que le impone aquella responsabilidad.
  
  
• 2. En el desempeño de estas funciones, el Consejo de Seguridad procederá de acuerdo con los Propósitos y Principios de las Naciones Unidas. Los poderes otorgados al Consejo de Seguridad para el desempeño de dichas funciones quedan definidos en los Capítulos VI, VII, VIII y XII.
  
  
• 3. El Consejo de Seguridad presentará a la Asamblea General para su consideración informes anuales y, cuando fuere necesario, informes especiales.”

Sin embargo, contradictoriamente, se está poniendo al frente de ese Consejo a un país gobernado por un dictador, Vladimir Putin, quien tiene una hostil y belicista política de expansión y conquista militar de sus países vecinos, como está ocurriendo con la actual invasión de las tropas rusas a Ucrania. Una guerra en las cual las tropas invasoras rusas han cometido horrendos crímenes de lesa humanidad, asesinando poblaciones civiles y prisioneros de guerra y secuestrando niños que les son arrebatados a sus progenitores para ser trasladados a territorio ruso.  Motivo por el cual la Corte Penal Internacional con sede en La Haya, Holanda, dictaminó una orden internacional de arresto contra el dictador Putin.

En otras palabras, la ONU ha convertido al régimen dictatorial ruso en juez y parte al nombrarlo a la dirección del Consejo de Seguridad de las ONU, lo cual pone en serio peligro cualquier gestión de paz respecto a la guerra de Ucrania u otra que conflija con los intereses rusos y que no esté conforme a los intereses particulares del dictador Vladimir Putin y sus aliados.

Pero, además, cabe destacar que este no es el único acto contradictorio que toman las Naciones Unidas. Resulta que países altamente violadores de los derechos humanos han sido electos para el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Tal es el caso de Cuba que en este 2023 fue electa al Consejo de derechos Humanos por quinta vez en la historia de las Naciones Unidas.

Es harto sabido que el régimen tiránico de Cuba es uno con más alta incidencia en violaciones de los Derechos Humanos en el mundo. Los propios informes sobre el estado de los Derechos Humanos publicados por la ONU confirman el alto grado de persecución y violaciones de derechos humanos que sufre el pueblo cubano durante décadas.

Pero tampoco Cuba es el único país dentro del actual Consejo de Derechos Humanos cuyo gobierno es un contumaz violador de los derechos humanos (valga la redundancia). Tal es el caso de China. Así, por ejemplo, los uigures son una minoría étnica que ha sido y es brutalmente perseguida por el régimen, también dictatorial, de China. Como también lo son los Hongkoneses que se oponen al régimen dictatorial de Pekín.

Y para colmo, también Rusia pertenece al Consejo de Derechos Humanos elegido para el 2023. Como es sabido, el dictador Vladimir Putin ha perseguido a los ciudadanos rusos los que se oponen a la guerra contra Ucrania. Así también, a los opositores a su régimen dictatorial. Tal ha sido el caso del opositor Alexei Navalny, entre otros muchos.

Cabe entonces preguntarse, ¿Hasta dónde llega la integridad de la ONU para con sus propios principios? Lo cierto es que en ese organismo internacional existen grandes contradicciones entre los principios y los hechos.

Sin demeritar las intervenciones en las cuales las Naciones Unidas han logrado armonía y paz en conflictos pasados, no se puede desconocer, que, en la práctica, en la ONU, por encima de los principios y postulados ese centro de la diplomacia mundial, está regido por los intereses políticos y económicos de los países miembros. De ahí, que en la ONU no hay aplicación de reglas para descalificar a los países que no cumplen con los requisitos y propósitos de los distintos Consejos para los cuales pudieran ser electos, relegando al segundo plano los principios y regulaciones, dejando así la puerta abierta al rejuego diplomático de poder y el interés político de los países miembros, que al final resulta en un antro de hipocresía diplomática.

San Juan, Puerto Rico a 2 de abril de 2023

 
        sergioramossuarez@gmail.com