CUBA. LA INTIFADA SILENCIOSA. Por el abogado Frank Braña Fernández.
Abogado Frank Braña Fernández.- Observar el Cotopaxi- (volcán activo)- en las mañanas despejadas con su cumbre helada me recuerda a mi Cuba añorada, a su sociedad congelada en el tiempo, inamovible presumida y esperando el inevitable deshielo; disculpen; cambio que le permita transformar la vida de sus millones de habitantes.
Escribir o pensar sobre Cuba es un acto peligroso, pero la vida nos lleva a un punto en el cual sostener la dignidad de nuestras ideas es fundamental aunque la derecha te acuse constantemente de socialista y la izquierda no pierda la oportunidad de desacreditarte como un vil traidor a la derecha; puntos interesantes si nos vemos en la disyuntiva de apreciar a ambas fuerzas políticas como ángeles o demonios y preferir una nueva vía para el desarrollo de los pueblos.
En el año 1987 a raíz de la embestida por un vehículo militar israelí a cuatro trabajadores palestinos que terminaría con su muerte en el campo de refugiados de Yabalia, comenzó un reclamo popular, un levantamiento contra ese gobierno; la revuelta comenzó a denominarse intifada, una palabra derivada del árabe náfada, que significa ‘temblar’ o ‘sacudir’. Varios han sido los levantamientos desde esa fecha en la convulsa región del medio oriente y disimiles las repercusiones para sus pueblos.
¿Qué sucede en Cuba?
Un gobierno de 64 años en el poder, que fue transitando de populista a socialista, de autoritario a dictatorial, de partido único y dirigencia vitalicia; ha sumido al país en una crisis económica, social, ideológica y política sin precedentes ni en magnitud ni en tiempo que borro sus principales estandartes en salud, seguridad, alimentación y esquema monetario; aspectos que sin ser perfectos en algunos de esos años funcionó.
Ese sistema que no pudo impedir la ruptura de la burbuja ideológica como resultado de la caída del muro de Berlín, ha logrado contener los intentos de cambio no sin tener que recurrir a la represión y manipulación mediática e incluso enfrentar dos levantamientos populares, el maleconazo en agosto de 1994 y el 11 de julio en el 2021.
Entre los logros al estilo maquiavélico, asesinó la esperanza y los sueños que toda sociedad utiliza como motor del desarrollo y justamente los cubanos comenzaron la única acción que se creyó posible; la intifada silenciosa.
La intifada, ese levantamiento que sacude la patria de Martí es silenciosa, es la migración, el autoexilio, es el vagar del cubano por el mundo; organiza, prepara y se marcha, no lo notas pero las familias se desgarran, el alma se divide entre las partes que se alejan y las que siempre se mantienen arraigadas a la tierra que los vio nacer.
¿Cobardía el marcharse?
Valiente el que decide quedarse y luchar; valiente también quien siempre será extranjero fuera de su patria y demuestra su desprecio a la ignominia de los que no quieren dejar el poder. Es una rebelión sí, los gobiernos y organismos internacionales se niegan a reconocerlo pero el resultado está latente. La diáspora cubana necesita unidad, consciencia así como dejar a un lado intereses personales o de grupos particulares.
Desde la humildad de estas teclas me disculpo con los amigos que piensan diferente, con la patria que me observó marchar al exilio y con los que esperan mucho más de mí.
Excelente Artículo publicado en la página [Libertad y Pensamiento]