“La excelencia de un líder se mide por la capacidad para transformar los problemas en oportunidades”
Peter Drucker
Peter Drucker
Roberto L. Capote Castillo.- Luego del fracaso de las diferentes estructuras para la formación de los dirigentes empresariales, el aprendizaje de los empresarios fue asumido, en buena parte, por las escuelas de capacitación de los ministerios y las universidades mediante Diplomados y Maestrías. Soy del criterio que una buena parte de la preparación de los directivos debe ser adquirida en la enseñanza de pregrado y actualizarse durante el desempeño del cargo mediante estudios de posgrado que en la actualidad pueden realizar sin abandonar su puesto de trabajo. En Cuba no existen carreras universitarias para la formación de empresarios (business school), sin embargo, tampoco se reconoce su necesidad porque la selección de los cuadros la realiza el Partido a partir de sus canteras confiables explicadas en artículos anteriores.
El director de una empresa, que había sido mi cliente, me contrata para otra asesoría sobre dirección pues lo habían obligado a matricular un Diplomado de dirección en la escuela de cuadros de su ministerio, radicada en la capital. En las primeras clases le habían entregado la bibliografía (más de diez libros), imposible de leerlos, además, había revisado algunos y parecían “libros de cuentos”, con historias alejadas de su realidad y referidas a empresas capitalistas. Según el dirigente con esos conocimientos no iba a resolver ninguno de los problemas que tenía su organización en ese momento. Por ese motivo solicitaba mi asesoría. Además de lo anterior, para los profesores es difícil discutir las dificultades de las empresas y sus causas en las clases.
En otra ocasión me comenta un director, al que asesoraba en la confección del plan de marketing de su organización, que había iniciado un Diplomado de dirección en la escuela de cuadros de su ministerio en la capital. Me explica que el primer día de clases en la asignatura de marketing les preguntaron a los alumnos sus expectativas sobre la asignatura. Cuando le correspondió su turno explicó que deseaba aprender a hacer un plan de marketing. La profesora sorprendida por su interés indagó y el susodicho dirigente le respondió que se debía a que estaba recibiendo una asesoría al respecto. Explica que le aclararon que esa temática no se incluía en el curso, no obstante, la profesora le propuso utilizar dicho plan de marketing a modo de tesina del diplomado. El director me preguntó si se lo permitía a lo que le respondí afirmativamente pues el me pagaba la consultoría y no había hecho ningún aporte al marketing ya que había aplicado lo que cualquier especialista conoce. Lo anterior me demostró el divorcio existente entre la realidad de las empresas y el contenido de las asignaturas impartidas a los directivos.
Los académicos dedicados a la superación de los cuadros de las empresas no han formulado casos de estudio sobre la realidad existente en el entorno empresarial para su discusión en clases y mucho menos escribirlos en libros de textos con ese objetivo. Por lo general en las aulas eluden la discusión, franca y abierta, de los problemas que enfrentan las empresas para evitarse problemas pues las causas provienen del sistema socialista con su modelo económico obsoleto y no existen soluciones.
La consultoría en función de la capacitación y la asesoría a los directores de las empresas no ha alcanzado el reconocimiento necesario. Generalmente se está utilizando, en la mayoría de los casos, para la resolución de problemas de tipo táctico. Además de lo anterior, en las organizaciones estatales dedicadas a esta especialidad, el salario de los consultores es tan bajo que los más capaces se trasladan a entidades con mayores beneficios a desempeñar trabajos relacionados con su especialidad o cualquier otra. Sin embargo, a las empresas que reciben los servicios de consultoría se les cobran precios exorbitantes, basados, paradójicamente, en tarifas similares a las del primer mundo. Recientemente el ministro de economía prohibió la creación de Mipymes dedicadas al asesoramiento y capacitación de dirigentes empresariales. Otra burrada.
Otro aspecto importante es que los consultores de las organizaciones del estado dedicados a esta actividad ocupan esos puestos sin las competencias requeridas, pues los calificadores de cargos solamente exigen graduación de nivel superior y años de experiencia, la cual es interpretada como el tiempo transcurrido desde su graduación, independientemente de los cargos y funciones desempeñadas en ese período, aun cuando nada tengan que ver con la asesoría. Las competencias definidas para los cargos no contemplan aspectos decisivos, por ejemplo, conocimientos específicos para el tipo de consultoría que van a ejercer, habilidades que debe poseer un consultor, actitudes/aptitudes y otras requeridas para el desempeño de esta difícil profesión. Generalmente tampoco existen diferentes categorías para el cargo de consultor al igual que en otros países, por ejemplo, desde junior a sénior, de manera que permitan el desarrollo de esta carrera. De forma general también se puede decir que la mayoría de los directores no creen en la necesidad de un servicio de consultoría para lograr un cambio o el mejoramiento de los resultados de la organización que dirigen. Tampoco la conciben como una importante vía para la capacitación y lograr el “saber hacer”.
En el libro “El desafío americano” Jean-Jacques Servan-Schreiber expone un extracto de una disertación realizada por Robert McNamara, en un seminario realizado en el año 1967, en los Estados Unidos. Por su vigencia la reflejaré a continuación: “En el mundo moderno, la defensa nacional, la seguridad, será, en realidad, el desarrollo económico y científico. En ocasiones nos cuesta comprenderlo, a nosotros, que tenemos opiniones estereotipadas, consistentes en calcular la seguridad en términos puramente militares…”
Los recursos que se han gastado por interpretar la seguridad en términos militares han ocasionado en buena medida el empobrecimiento actual en Cuba y también se considera una de las principales causas del derrumbe y desaparición de la URSS en su enfrentamiento a occidente en el contexto de la llamada “guerra fría”. Deben entender que el desarrollo económico y científico antecede cualquier estrategia de conducción de la nación. Tanto es así que soy del criterio que la seguridad del sistema socialista cubano está más amenazada por las debilidades de la economía que por el poderío militar del imperialismo. Tampoco se puede pretender tener éxito en ninguna opción de desarrollo ignorando el papel de los dirigentes empresariales por ser sus protagonistas principales.
Robert McNamara
Aún en tiempos en que la “guerra fría” estaba en pleno apogeo Robert McNamara, que además había cursado una maestría en administración en Harvard, insistía en la importancia de la dirección o management para la sociedad. Más adelante continúa expresando lo siguiente:
“Dios es demócrata; distribuyó la capacidad intelectual casi a partes iguales en el mundo entero. Pero, sin duda alguna, espera que organicemos de manera eficaz los recursos que nos ha dado el Cielo. Este es el problema del management. El management es, a fin de cuentas, la más creadora de todas las artes. Es el arte de las artes; puesto que es el arte de organizar el talento.”
“En definitiva este gap tecnológico, este gap de dirección, sólo pueden ser atacados en su raíz:
“Evidentemente, la ciencia, la tecnología y el management modernos no constituyen, por sí solos, los fines esenciales de la educación. El último fin de la educación es desarrollar al máximo las capacidades del hombre. Esto es, indudablemente, lo que cuenta más que nada, la profunda razón de ser de la educación. Pero, sin la tecnología moderna y sin la infraestructura de management que le es indispensable, será imposible, en el mundo moderno todo progreso, económico o humano. Sin este progreso en la técnica de organización, es decir, sin progreso en la educación, el mundo que nos rodea se expone, sencillamente, a verse cada vez más atrasado y desequilibrado”.
Las conclusiones anteriores fueron validadas en el desaparecido campo socialista y en Cuba. Ya me he referido a los infructuosos esfuerzos del Estado al facilitar la educación a la población siendo incapaz, sin embargo, de desarrollar al máximo las capacidades del hombre si no, que, además, en el caso de los dirigentes del sistema empresarial demostró ignorancia y subestimó su papel en el desarrollo económico. Lo anterior ha llevado a la economía del país a estar cada vez más atrasada y desequilibrada, tanto, que se puede considerar en bancarrota.
La preparación de los directores y el resto de los directivos que le acompañan en su compleja tarea de dirigir, según la estructura empresarial, ha sido hasta ahora ineficaz por las razones expuestas anteriormente pues no les aporta los conocimientos necesarios para enfrentar la tarea de dirección en las condiciones y contexto en que la desarrollan.
Por ejemplo, las empresas trabajan guiándose por el denominado plan técnico económico que tiene el rol de presupuesto. Luego de aprobado, a los directores se les deben asignar los recursos materiales y financieros en las cantidades acordadas y en los plazos previstos por los mencionados planes. Sin embargo, esto no ocurre así y por el contrario durante el año le van informando de recortes por “crisis imprevistas”. Las circunstancias anteriores me inducen los siguientes cuestionamientos: ¿Cuál escuela de dirección puede enseñar a dirigir de esa forma? ¿Qué currículo aporta los conocimientos para enfrentar esas situaciones? Ni la Teoría del Caos puede dar respuesta a este complicado problema. La teoría del caos enseña que la ciencia en general debe ser adaptable y no determinista, teniendo siempre en cuenta que no es viable una previsión exacta y absoluta de todos los sucesos. Por lo anterior, se puede concluir que la preparación de los dirigentes empresariales no es una prioridad del castrismo para el buen desempeño de sus funciones y me induce la siguiente conclusión:
“La preparación de los cuadros de la forma en que es asumida actualmente en el país no cumple su rol ante la empresa, ante la sociedad y ante el individuo, no estando garantizada la prosperidad ni la supervivencia del sistema empresarial socialista tal como está estructurado y funcionando. Basado en la realidad actual, inquiero: ¿Cuántos gobernantes, ministros, directores y directivos sin los conocimientos requeridos o incompetentes se pueden permitir en una economía centralmente planificada para edificar la sociedad socialista?” '
El cubano de a pie, según expresión popular, comenta a diario que la incompetencia de los jefes está acabando con la economía. La improvisación, la extinción de incendios, el esfuerzo heroico y la palabrería seudo científica ha sustituido la ciencia económica, la lógica y la búsqueda de resultados por las empresas. Después de la Tarea Ordenamiento las empresas estatales han perdido toda credibilidad hasta por sus defensores más acérrimos, en la reciente reunión del Parlamento Cubano su presidente, como se dice, “estalló en cólera” ante tanta incompetencia:
“En una jornada en la que el fracaso de la Ley de Soberanía Alimentaria, aprobada hace poco más de un año, quedó patente, la máxima figura del parlamento cubano no ocultó su malestar”.
Esteban Lazo Hernández
“La empresa estatal no está cumpliendo su papel. Todo lo que has explicado son solo implementaciones… No he oído hablar todavía de los resultados. ¿Dónde están los resultados? Lo importante es que lo acordado se haya cumplido”, afirmó Lazo visiblemente enfadado.
En otro momento de su intervención, Lazo Hernández recordó que el país carece de dinero para importar alimentos y que prácticamente el 100% de la canasta básica se está importando en la actualidad. Hizo referencia a años anteriores a la pandemia, cuando la producción de arroz, frijoles, carne de cerdo y leche era considerablemente mayor.
“Hace solo seis años, producíamos aquí en Cuba 400.000 toneladas de arroz, casi la mitad de la canasta básica. En 2017, produjimos 200.000 toneladas de carne de cerdo; 600 millones de litros de leche… Ahora, todo esto se basa en las importaciones, el país no tiene dinero para importar y estamos en una situación grave… La canasta básica no llega o llega a medias”, lamentó.
“Estamos cansados de programas, medidas, estudios, diagnósticos… ¿Dónde está la realidad? ¿Dónde está la solución al problema?”, cuestionó el presidente del Parlamento. Si lo anterior lo expresara un simple ciudadano sería penalizado judicialmente por desacato.
Para mí la respuesta y solución es sencilla: “Renunciar a los inútiles experimentos actuales promovidos por la cúpula castro-comunista y cambiar el modelo económico porque el socialista fracasó”.
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capotecastillo@yahoo.es
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