- (1).- Emiliano Pérez Castellano.- ¿Qué le parecen los permisos logrados por Hugo Cancio gerente de Katapulk como importador libre de equipo y maquinaria moderna para Cuba?
José Vilasuso Rivero: Acontecimiento excelente y muy oportuno. Así testificamos un acontecimiento fuera de serie, rompe esquemas imposible de asimilar sostenidamente por la sociedad capitalista actual, Emiliano. Eso es lo que hay. No le dé más vueltas.
- (2).- EPérezC.- Algo verdaderamente inesperado, profe.
JVilasusoR: Sin embargo, encierra una triste realidad.
JVilasusoR: Pues parece mentira que hayamos esperado sesenta y cuatro años para comprobarlo. Para comprobar que la libre empresa en términos generales, y en tantas y variadísimas experiencias, dinámica, química y beneficios, es la solución real, efectiva frente a los escoyos, baches y actual desplome de la isla; por no adentrarnos a mayores esferas de gobierno y adversidades de bulto. ¡Caramba, Emiliano! Necesitamos preguntarnos, si ¿el llamado mundo occidental, democrático, capitalista, tecnológico, etc, todavía no se ha enterado de acontecimientos cumbres del pasado siglo? ¡El entierro del campo socialista, con la caída del Muro de Berlín! Como tampoco vieron lograda la recuperación de aquel gigante mundial debido al restablecimiento de la libre empresa desde las Bálticas hasta China? ¿Alguna de aquellas sociedades ha pretendido regresar al comunismo? ¡Sobrado tiempo han tenido para pensarlo! No me canso de preguntarlo a las cuatro voces, al viento, al polvo y cal y canto. El ejemplo del señor Hugo Cancio en su calidad de importador de maquinarias, vehículos, herramientas, instrumental industrial en general y sus afines complementarios, constituye en síntesis, similares experiencias que, salvando distancias, y matizado nuestro sistema de libre empresa establecido en Cuba hasta enero de 1959. Llámese como se prefiera; redescubrimiento del pasado, o despertar a la realidad; fraseologías sobran. Con tan sensacional comprobación en la muñeca se abren brechas a espacios productivos estancados desde aquella etapa luctuosa, cuando la voz estentórea del corifeo comunista cubano, Fidel Castro Ruz proclamaba hasta empalagarnos los oídos, cito: “Producirrrrrrrrremos mejorrrrrrrr queso que Suiza, producirrrrrrremos mayorrrrrrrrr cantidad de leche que Holanda, serrrrrrremos la primera productora de mayonesa del mundo, producirrrrrrremos manteca de cerrrrrrrdo para abastecerrrrrrrr a todo el terrrrrrrrrrcerrrrrrrrrcer mundo, Termino la cita, jalo la cadena y trago en seco. ¿No lo recuerdan? Hay que preservar fresca la memoria para no seguirnos embaucando con cantos de sirena. Fueron tiempos de sonada, solemne novatada colectiva; la ilusión galopante del imberbe, embeleco del gritón estentóreo y estrafalario servido por locutores ingenuos, apasionados, irreflexivos, ignorantes de oficio y retahíla de compinches regionales quienes, desde aseguradas poltronas políticas, económicas, publicitarias, obreras, religiosas, o juguetes de vaivienes adjuntos al acontecer continental, supieron alimentar, reciclar, apoyar y sostenerlos en el poder hasta hoy. Al presente, a regañadientes, y agotados, arribamos a los escombros de aquellos edificios en ruinas y aquellas plazas públicas desiertas o cubiertas de cenizas; pero jamás cual portavoces de sociedades perfectas, retratos ilusorios ni reinventores de utopías sin acento. Por favor, no se nos confunda con la publicidad de “Kentucky Frey Chicken” Los demócratas no podemos ni pretendemos engañar de oficio al igual que los comunistas y asociados del mundo libre. Mucho menos prometer aquello que suene transitoriamente grato al oído, entre tanto no se descubra su realidad amarga, monda y lironda. Nada de eso significa el nombre de Hugo Cancio. Sencillamente conocemos un pionero rejuvenecido y experto importador de herramientas de trabajo, llamando manos a la obra que para luego es tarde. El trabajo creativo ha sido y será el verdadero resorte multivitamínico del humano crecimiento, progreso efectivo y creador de riqueza. Creo que don Maykel Gonzalez Vivero. recién anotaba que tal era una idea tabú entre los ventrílocuos oficialistas habaneros. Pero pongamos la idea encima del tablero y desplegada al ciento por uno, a la vista, polo a polo del globo terráqueo. La creación de riqueza espina dorsal de la verdadera prosperidad; prescindir de ella equivale a matar la gallina de los huevos de oro. Nada ni nadie jamás podrá sustituir la originalidad, inventiva, coraje y ejemplaridad de aquella negrita dominicana quien, cada mañana sale a la calle con mazo grueso de plátanos a cuestas. A pregonarlos garganta en ristre, voz melodiosa y sin descanso por calles y avenidas de Santiago de los Caballeros o del Cibao. Si productiva y acertada devino la jornada; Altagracia sentadita al quicio de la acera, al anochecer contará su recompensa, centavo a centavo. Si por el contrario, los vientos no soplaron favorables, ella se conformará con engullir la mercancía que su clientela no quiso comprarle. Este cuadro vernáculo puede parecernos triste, y es en realidad triste, por realista, negarlo resulta autoengañoso. Sin embargo, repito, encierra la almendra de la riqueza, esperanza de todo porvenir. Es el correr del riesgo, aceptar lo desconocido, concepto mágico, milagroso, promisorio hacedor de la ganancia encerrado en el potencial humano; su orginalidad de ofrecimiento, capacidad de trabajo, sentido del ahorro, saludo del éxito o experiencia del fracaso. Si la vida nos colocó en un tugurio de Santo Domingo, modernidad de Tokío o en pleno Manhattan, cuestión de circunstancias, como diría Jorge Luis Borges. La realidad insondable de cada ser humano no se verifica hasta sus últimos minutos al pie de la tumba abierta.
- (4).- EPérezC.- Pero ahora baje a la realidad, profe. Háblenos del permiso para la importación de maquinaria.
JVilasusoR: Pues no se trata de todo lo deseado hasta el momento. Usted lo ha dicho, Emiliano es sólo un paso en el laaaargo camino a despejar por completo.
- (5).- EPérezC.- A despejar las regulaciones comerciales Cuba USA, ¿no es cierto?
JVilasusoR: Exacto. Otros pasos se vislumbran en lontananza, ya lo veremos. La cuestión ahora reside en un remover de perspectivas y variedad de enfoques que, desde hace días avivan los cimientos del Poder Popular habanero.
- (6).- EPérezC.- ¿Piensa que esto tenga vínculos con la recién estrenada dinámica del Poder Popular?
JVilasusoR: Lo desconozco de raíz. No sé qué le diga. Tal vez sean puras coincidencias, que sería bastante. Como decía Galileo, “Se mueve.” Piense en escenarios que el llamado mundo libre desconoce totalmente, y sin embargo dinamizan un porciento considerable de la sociedad más inquieta y creativa de Cuba, escenarios como el que presenciarán muy pronto incontables cuentapropistas al desempaquetar ejemplares último modelo de arados, tractores, motorcicletas, trailers, guaguas, camiones, motoras, herramientas de toda nomenclatura, toda nacionalidad, etc, sellados por las marcas más acreditadas, funcionales y modernas del mercado. Esos cubanitos serán testigos presenciales en suelo propio, procedentes de un mundo que camina con sus altas y bajas, victorias y derrotas; sin embargo no declina. Es libre y supera escollos al precio que haya de pagar. Muchos fallan y decaen, otros retoman la bandera y adelante. Este impacto estremecedor aviva las conciencias y estimula nuevos aires para incorporar personal sano a la marcha del tiempo dejando a rastras las esquirlas, papeleos, cacharrería mohosa de una fantasía apagada en los ecos languidecientes de aquella pesadilla olvidada en su ocaso.
- (7).- EPérezC.- Profe, a propósito. Una pregunta que me vino a la mente mientras usted hablaba. En el capitalismo sabemos que luego de bancarrotas y quiebras, poco a poco los ánimos se recuperan, las sociedades resurgen y echan a caminar. Pero en el comunismo ¿qué pasa? Nunca he visto nada semejante. La gente se convence del desastre y cambia de rumbos. A explorar algo nuevo o resucitar el antepasado bajo visualizaciones de estreno. En el otrora “poderoso campo socialista,” nadie supo levantarse y rehacerse siguiendo fielmente el sistema trazado, jamás. Eso que conocemos por recuperación económica ni se intenta; remedio y resorte exclusivo de la libre empresa.
JVilasusoR: En el comunismo no puede haber recuperación económica Emiliano, porque es una ilusión, quimera típica producto del imaginario. El imaginario se recrea en los sueños, no hace milagros, el milagro lo hace el trabajo. A mayor abundamiento, recuerde aquel vetusto ejemplo del llamado Milagro Alemán, luego de la Segunda Guerra Mundial. ¿Lo recuerda?
- (8).- EPérezC.- Malamente, profe. No lo recuerdo bien.
JVilasusoR: Allá vamos. Mire en 1945 las potencias aliadas pretendían imponer racionamiento, cuotas de consumo, regulaciones económicas para ellos indispensables si deseaban el renacimiento de Alemania. A lo que Ludwig Erhard ministro de Economía del Gobierno Federal, respondió tajantemente. “Nada de eso, en Alemania nos recuperaremos mediante la libre empresa, dejen a los alemanes trabajar, ellos saben lo que tienen que hacer.” La respuesta la ha dado la historia.
- (9).- EPérezC.- Profe, pero en América Latina tal parece que determinados gobernantes todavía no han descubierto ejemplos de tales quilates. Ante crisis como la de Cuba o Venezuela, no se les ocurriría nada remotamente parecido a lo presenciado en Europa del Este, ni en figurines. Prosiguen machacando en odre viejo. ¡No dan para más!
JVilasusoR: Con triste reconocimiento le doy la razón, Emiliano. Por aquí tan retardados nos arrastramos. Vea usted, el apoyo disímil a que la satrapía de Venezuela se ve acogida ahora mismo procedente de Colombia, Brazil, México, Argentina, etc. Ninguno de estos gobiernos sería capaz de aconsejar, sugerirle al energúmeno llamado Nicolás Maduro, una pizca de liberalidad, flexibilización moderada del elefante blanco estatal en aras de agilizarlo un poco y que la productividad, recuperación y crecimiento encuentren sus espacios en Venezuela. Se procede cual perros falderos ladrando a tono con el oficialismo, punto. Mas de lo mismo, y echarle la culpa al imperialismo Yankee. Si bien, por otro flanco recalco que no se trata de desconocimiento. Se trata del retraso monumental e indesprendible de políticos continentales cuyo exclusivo ojo clínico se ciñe al poder. No alcanzan más allá. Ombligo de su universo se llama poder. No es necesario nombrarlos. Para ellos a partir del hundimiento de Venezuela a manos de Hugo Chávez, por ejemplo, el panorama no podía enfocarse distinto a un notable éxito de la llamada izquierda. ¡La utopía vendida en baratillo! En 1999 un nuevo militarote se asentaba en Miraflores. Eso era todo. Eso les ha bastado y hace felices. Caballo de batalla y seguiremos informando. Continuamos con el comentario sobre redescubrimiento del pasado o despertar a la realidad. Como decíamos ayer.
- (10).- EPérezC.- ¿Qué decíamos ayer, profe?
Pues decíamos que las llamadas izquierdas, elementos progresistas, humanitarios, justicialistas, etc, según ellos: defensores de los pobres, del negro, de los indios, antiimperialistas, etc, se sintieron felices desde el instante que el coronel Hugo Chávez Frías asume su dictadura en Venezuela. Partiendo de aquella axhilarante exhibición de incapacidad, improvisación y terquedad, los susodichos coautores de la debacle ignoran, pasan por alto toda evidencia derivada de aquella catástrofe. ¿Recuerda usted otra especie de bache en la cuneta o salto al vacío sin garrocha? A continuación el corredor se rehace, cobra bríos y prosigue tozudamente su perenne hundimiento en el abismo del pantano. Gran parte de América Latina se sostiene en vieja ruta trazada desde antaño dado que, los acontecimientos del presente no le han suministrado necesarios frescos de madurez, objetividad, experiencia. ¡Cuestión de fines desconociendo los medios! Para los corifeos de la susodicha comparsa, una vez obtenida la insígnea roja del poder, las prepotentes miras dirigenciales al unísono se adhieren a su onda traviesa mientras el evento de marras, la conquista del mando se da por establecido, cinche bien apretado y nada queda por hacer. En lo adelante los abanderados izquierdosos se echan a dormir, dejando a sus sicarios encargados del trabajo sucio. Tal el empeño de un Castro, Chávez, Maduro, Ortega y compañía. En la convergencia, al correr de los tiempos se despiertan las inquietudes. ¿Es que no hay más en cartera? La gente comienza a preguntarse y usted lo ha dicho, don. Las atribuciones y deberes de los gobernantes revolucionarios actuales prevalecientes en la región se reducen aplacar los ánimos, llenar bastantes papeles, demasiados, entretener a las masas, mantener el garrote en alto para asestar el golpe definitivo una vez arribado al final de Norma. La historia se redujo a su mínimo como anticiparon al planificarla sus dirigentes pioneros. ¿De qué otra dinámica podríamos hablar o escribir luego que la guadaña completara pulcramente sus deberes cortando cabezas pensantes? Para entonces los campos habían quedado roturados, abonados y despejados. Puesto que a eso estrictamente se reducía la revolución. Garantizar y estabilizar el poder. Una vez alcanzado el control absoluto del aparato estatal, como jamás intuyó Guillermo Ferrero, los revolucionarios actuales de América Latina redujeron su cometido a mantener las tuercas apretadas y esperar,
- (11).- EPérezC.- ¿esperar qué?
JVilasusoR: Pues indefinidamente lo inevitable. Vigilar sin descanso hasta la arribada de los últimos días. Últimos días, ¡qué interesante y revelador! fechas felices que muy pronto despuntan en lontananza.
Pero hay más en cartera, Emiliano. Algo en cartera que El HOMBRE más Vigilado de Cuba recién se encargó de sacarlo a colación. Curioso, muy curioso y precavido, por lo tanto inasimilable para la caterva de carcamales fuertemente asidos del poder desde 1959. A propósito. El hombre más vigilado de Cuba señalaba que el peor bloqueo se lo hacían los revolucionarios contaminados de inanición. No se refería a supuestas regulaciones comerciales entre los gobiernos de Cuba y USA, sino al impedimento que los ejecutivos de La Habana se habían impuesto tan herméticamente que, de una vez por todas, se cerraron el pico y el paso, ni una palabras más. Parálisis permanente y a perpetua memoria de un autoritarismo que impide el retorcimiento hasta de la última tuerca del tinglado retorcido. Tal una imagen auténtica de los capitostes marxistas leninistas en reposo anticipado al pie de sus tumbas abiertas.
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