En Cuba sí que hay una crisis humanitaria. En Cuba hay cada vez menos bocas que alimentar con la emigración masiva, y el hambre sigue aumentando. ¿Por qué? La FAO no ha dicho ni pío al respecto. Por Roberto Álvarez Quiñones. Diario de Cuba.
04-03-2024
En Cuba sí que hay una crisis humanitaria 'En Cuba hay cada vez menos bocas que alimentar con la emigración masiva, y el hambre sigue aumentando. ¿Por qué? La FAO no ha dicho ni pío al respecto.' Por ROBERTO ÁLVAREZ QUIÑONES Diario de Cuba 2 de marzo de 2024
¿Cuál es la definición internacional de crisis humanitaria? Con total exactitud no hay ninguna. El consenso en Naciones Unidas y entre los expertos es que hay una crisis humanitaria cuando un país o región sufre conflictos armados, desastres naturales, o el deterioro de la economía causa altos niveles de mortalidad y malnutrición, contagio de enfermedades, o falta de agua potable.
Esa amalgama a priori parece adecuada, pero está incompleta. Por eso nadie en el mundo considera que en Cuba hay una crisis humanitaria. Sucede lo mismo que con "Estado fallido", se aplica la tesis del poeta español Ramón de Campoamor: "todo es según el color/ del cristal con que se mira".
Mal asunto. No puede haber distintas coloraciones para conceptuar algo tan serio como el hambre y la malnutrición prolongada de seres humanos, la miseria extrema masiva, la muerte o agravamiento de enfermedades por falta de medicamentos. Y todo eso está ocurriendo en Cuba ahora mismo.
Y como todas las crisis humanitarias no tienen la misma magnitud, a mi modo de ver se hace imperativo establecer gradaciones. Clasificarlas como de categoría (A) las de gran magnitud, (B) las de mediana intensidad; y (C) las de baja intensidad. O a la inversa, o como se les quiera llamar.
La de Cuba quizás podría considerarse como B, o C, comparada con otras peores, pero crisis humanitaria al fin. La izquierda, hoy más gramscista que marxista, influye o domina infinidad de medios de comunicación, gobiernos y la burocracia de la ONU, y abrumadoramente se sigue hablando de Cuba a los acordes ya desafinados del mito inventado por Fidel Castro de la "revolución cubana", humanista, socialista, en la que no puede haber tragedias sociales.
Pamplinas. En Cuba hay gente que muere de hambre causada por una desnutrición crónica prolongada, o aguda, que deteriora fatalmente el sistema inmune, causa un debilitamiento extremo imposible de revertir en la Isla por falta de alimentos, medicamentos y suplementos dietéticos.
Pero el régimen de Raúl "el Cruel" las oculta. Atribuye esas muertes a otras causas, como hizo cuando la pandemia. Reitero aquí que una prima hermana mía y su esposo murieron de Covid-19 en julio de 2021 en Ciego de Ávila, pero el certificado de defunción dice que murieron de asma. Ninguno de los dos jamás padeció de asma.
Son terribles los reportes de periodistas independientes acerca de personas, sobre todo ancianas, en harapos, demacrados, visiblemente desnutridos, extremadamente delgados. No pocos se desmayan en las calles.
Ancianos cubanos desfallecen en la calle, abatidos por el hambre
Recientemente, en La Habana, un anciano de 83 años llamado Rafael, llorando, casi sin voz, medio desfallecido, le dijo al periodista Javier Prada: "Mi'jo, en la bodega no hay nada, en mi casa no hay nada". Rafael no había desayunado, no había comido la noche anterior y no recordaba si había almorzado el día anterior.
Como promedio los cubanos de a pie comen una sola vez al día y muy poco. Muchas veces ninguna, como Rafael. El desayuno ya no existe. Y lo poco que comen tiene bajísimo valor proteico, calórico y vitamínico.
Más del 90% de los cubanos vive en la extrema pobreza. Para el Banco Mundial hoy viven en la extrema pobreza quienes tienen un ingreso inferior a 2,15 dólares diarios, el doble del ingreso promedio actual en Cuba, donde el salario promedio es de unos 4.200 pesos mensuales, 34,14 dólares al cambio oficial de 123 pesos por un dólar, o sea 1,13 dólares diarios.
Pero eso es nominal. Realmente el ingreso promedio es de 14 dólares mensuales al cambio de 300 pesos por dólar en el mercado monetario callejero. El salario mínimo no llega a los 7,00 dólares, las pensiones de los jubilados no alcanzan los 5,00 dólares mensuales.
El sistema de salud pública está prácticamente colapsado. Muchas personas mueren, se enferman de gravedad, o empeoran de sus males por falta de medicamentos y de la atención médica necesaria.
Cientos de miles de ciudadanos viven en casuchas o chozas improvisadassin suministro de agua, ni alcantarillado, ni electricidad, en barrios rodeados de aguas negras. La otrora deslumbrante ciudad de La Habana se cae a pedazos, se desploman más de 1.000 casas o edificios al año. Pululan los basureros nauseabundos en las calles, y personas harapientas buscando algo de comer, o para vender y poder comprar algún alimento.
La mayoría de las personas no huele bien. Carecen de productos para el aseo personal, y para lavar los platos en los que comen. Hay masivos apagones diarios debido al abandono del Gobierno ante la obsolescencia de la vetusta industria energética, y por falta de combustible.
Muchos ciudadanos se trasladan a pie, o en carretones por falta de transporte debido a la escasez de combustible, de vehículos y piezas de repuesto.
Bandas de criminales asesinan a cualquiera en la calle para robarle el teléfono, o asaltan y saquean viviendas, autobuses, trenes y automóviles. Constantemente hay salvajes feminicidios.
Imaginemos que en Uruguay o Argentina ocurriese lo mismo
Ahora hagamos una abstracción muy ilustrativa. Imaginemos que en Uruguay o Argentina ocurre lo mismo que en Cuba. Muy probablemente sería clasificada como crisis humanitaria. De entrada, por pura sorpresa y asombro, por tratarse de una desgracia inesperada en dos de los países de mayor nivel de vida en América Latina, que azotados por una súbita gran desgracia se han desplomado y necesitan ayuda internacional.
Pues bien, Cuba en 1958 junto a Uruguay y Argentina conformaba la tríada de naciones con más alto nivel de vida en América Latina. El ingreso per cápita cubano duplicaba al de España y superaba al de otros seis países de Europa. O sea, si no hubiese sido sovietizada, Cuba estaría entre los países de Latinoamérica con más alto nivel de vida, y posiblemente más cerca del Primer Mundo que los demás. Y si no lo está y su gente pasa hambre ha sido igualmente por una gran desgracia, solo que esta vez no súbita, sino que tiene ya 65 años de edad.
Si al socialista secretario general de la ONU, Antonio Guterres, o a los también izquierdistas Tedros Adhanom, director de la OMS, y Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, o a los presidentes Gustavo Petro, Lula, o López Obrador, o a la mayoría de los gobernantes de Africa y Asia, les preguntan si en Cuba hay una crisis humanitaria lo negarían. Dirían que las "dificultades" que tiene Cuba son causadas por el embargo de EEUU.
No solo los conflictos bélicos y las catástrofes naturales provocan crisis humanitarias. Y tácitamente así lo considera la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), al informar que hay en el mundo 235 millones de personas que necesitan asistencia humanitaria, y casi la mitad de ellos vive en países en los que no hay guerras.
Sin pan hasta fines de marzo
Otro detalle: según la FAO, entre otros factores el hambre en los países pobres de Asia y Africa aumenta "debido al rápido crecimiento de la población" y hay más bocas que alimentar. En Cuba hay cada vez menos bocas que alimentar con la emigración masiva, y el hambre sigue aumentando. ¿Por qué? La FAO no ha dicho ni pío al respecto.
No hay guerra en Cuba, pero ahora mismo no hay pan en las bodegas, hasta fines de marzo, lo cual agravará el hambre de mucha gente. El país necesita que México y Venezuela le regalen el 66% del combustible que consume, que periódicamente lleguen a puertos cubanos barcos con alimentos donados. Y si no hay muertes masivas por hambre es porque la diáspora envía a la Isla miles de millones de dólares y paquetes de alimentos.
Hace unos días de Brasil llegó al puerto del Mariel un barco con leche en polvo, arroz, maíz y harina de soja, por valor de 50 millones de dólares, todo pagado por el régimen medieval de los Emiratos Árabes Unidos. También de China, Vietnam, Rusia, y otros países arriban barcos con alimentos donados. Y desde EEUU, el ogro que la "bloquea", la Isla recibió en 2023 donaciones humanitarias por más 36 millones de dólares.
Conclusión: no importa el color de los cristales, en Cuba sí hay una crisis humanitaria. Y si por ahora no es de gran intensidad, lo será si la comunidad internacional la sigue ignorando, y si no se sanciona a la mafia gubernamental que la causa, cada vez con mayor impunidad.