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Reportaje investigativo realizado por periodistas de CubaNet: El eterno mediador de la familia Castro II y III.

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El eterno mediador de la familia Castro (II)
Cubanet
3 de septiembre de 2018


Al centro, Sandro Cristoforetti, celebrando el 30 aniversario de Air Europa (ultimahora.es)

Los comienzos de una “amistad” que ha sido meridiana en el entramado más secreto de la economía y la política en Cuba

LA HABANA, Cuba.-
Entre marzo y noviembre de 1999, comenzaron los primeros intercambios del régimen cubano con Sandro Cristoforetti por mediación de Antonio Castro que ya desde 1996 había realizado varias visitas a España, con largas estadías en Mallorca donde se dedicó a hacer vida social en compañía de su nuevo amigo quien ya, para esas fechas, casualmente se encontraba en negociaciones con la cadena hotelera norteamericana Marriott International Inc. para desarrollar un balneario y complejo turístico de lujo con campo de golf de 18 hoyos en Son Antem, Mallorca.

De manera coincidente, con el comienzo de la amistad con los Castro, Sandro había fundado en 1997 una pequeña empresa nombrada Orenol con muy escaso capital y que al año siguiente se constituiría, precisamente para las negociaciones con Marriott, en una firma de mediana envergadura pero con más de cien empleados y un rango de ganancias sobre los 3 millones de euros, según consta en el registro mercantil de Palma de Mallorca.

Como testimonia la prensa española, el proyecto fue ejecutado con celeridad, tanto que para mediados de 1999 abrió sus puertas el Mallorca Marriott Spa & Golf Resort, una instalación considerada entre los aficionados al golf como de las mejores de Europa y un lugar que sería frecuentado regularmente por Antonio Castro quien, al parecer, le funcionaba a Cristoforetti como amuleto de la suerte puesto que solo después del comienzo de la amistad con el cubano los negocios del italiano crecieron y se diversificaron como nunca antes.

“Cuando Antonio lo contacta, Sandro tenía una sola empresa de relativa importancia, pero era un tipo que conocía a mucha gente además de ser  confiable y discreto, y aunque era un poco alocado sabía hacer las cosas”, comenta un ex empleado de la Embajada de Cuba en Madrid entre los años 1999 y 2005.

“Conocía a la gente que podía prestarle el dinero, amigos suyos, pero no tenía quien lo respaldara con la deuda, nadie se atrevía a soltarle 300 millones, y eso que conocía a Fluxá (Iberostar), a los Hidalgo (Globalia), a los tipos de Sa Nostra …, y ese respaldo, más bien simbólico, se lo dieron aquí en Cuba. No había dinero pero se llegaron a muchos acuerdos, ya Fidel había dejado entrar a Meliá en Varadero y en España todos se frotaban las manos, querían invertir en Cuba y Fidel los envolvió como solo él sabía envolver a la gente …, así fue como Sandro consiguió el capital para abrir Orenol y después el hotel, que fue de Iberostar, ya no es de Marriott (…), después se abrieron otras empresas pero la mayoría tuvieron que cerrar”, afirma el ex funcionario.

A cambio de la garantías absolutamente verbales del gobierno cubano, interesado en participar de las ganancias de su apuesta “experimental” por el golf y los negocios inmobiliarios, Cristoforetti recibiría además los derechos a comercializar tabaco y rones cubanos a través de Bis Corp., la que era su única empresa de importancia a finales de los años 90 antes de conocer a Antonio Castro, con ganancias anuales muy inferiores a los 200 mil euros, según aparece en los registros mercantiles de Baleares.

En corto tiempo Cristoforetti se había esforzado en sus servicios a los Castro y ya para inicios del año 2000 había convencido a una decena de amigos, entre ellos el presidente de Caja de Baleares Sa Nostra, de viajar a Cuba para explorar posibilidades de invertir pero más para que vencieran su temor al líder comunista, necesitado de liquidez para poder sobrevivir.

La visita de febrero de 2000 a La Habana fue del más alto nivel y estuvo encabezada por el presidente del Gobierno Balear, que además se hizo acompañar de Joan Mesquida, Consejero de Hacienda, más representantes de Caja de Baleares que habían apoyado las inversiones inmobiliarias de Cristoforetti en Mallorca y quienes acordaron continuar actuando como “intermediarios, socios financieros o asesores de cualquier empresa de Baleares que quiera invertir en Cuba”, según expresó el presidente de la entidad financiera en entrevista con los medios de prensa oficialistas cubanos, y con la prensa extranjera acreditada en Cuba.

Junto con Sandro Cristoforetti viajaron a La Habana y sostuvieron conversaciones directas con Fidel Castro varios funcionarios del Ministerio de Colaboración Económica de España, representantes de Probanca, empresarios como Jordi Rosselló (dueño de la cadena hotelera Blau y de concesionarios de automóviles y tiendas de ropa), Onofre Siquier, hombre de confianza de Miguel Fluxá, el dueño de Iberostar, entre otros personajes fundamentalmente del sector hotelero, inmobiliario, de la construcción y de piezas de recambio para autos, un capítulo que siempre ha permanecido en el eje principal de lo que pudiera llamarse la “economía oculta” de los Castro.

Entre piezas de recambio y campos de golf

A cambio de su labor de intermediario pero también como recompensa por su discreción, el italiano había obtenido el derecho exclusivo para la importación de la cerveza Heineken desde Holanda hacia Cuba, a través de Curazao y Panamá, así como de cigarrillos y licores procedentes de los mercados europeos y norteamericanos, un negocio que le servía como pantalla para otras operaciones financieras, sobre todo en Panamá, Curazao, Qatar, Emiratos Árabes, Francia, Grecia y Alemania.

La impetuosa aventura, a caballo entre el capitalismo y el comunismo, alcanzó tal grado de prosperidad que motivó a Sandro a regalar un costosísimo auto Hummer al hijo de Fidel, incluso depositarlo en La Habana luego de una larga travesía por puertos de España, Holanda y Curazao.

“Después de mucho dar el Hummer llegó a Cuba a principios de 2001 y fue todo un escándalo la primera vez que salió a las calles …, Fidel había autorizado la entrada pero bajo la condición de que se usara solo en una pista de Santa Fe, donde no iba nadie pero Toni no pudo resistir la tentación de exhibirlo y aquello no salió nada bien …, estuvo como dos años tirado en un garage allá por Santa Fe, hasta que se lo llevaron para una unidad del MININT en La Coronela. Después creo que el mismo Sandro se lo vendió a Alexander, el de Gente de Zona, que son amigos, es el único Hummer que hay en Cuba”, comenta un ex oficial del cuerpo de seguridad personal que atendía a los hijos de Fidel Castro.

Las revelaciones de Dashiell Torralba en 2002 provocaron la ira de Fidel quien reaccionó pidiéndole a Cristoforetti que abandonara Cuba por un tiempo, ante la preocupación de algunas de las principales figuras del Partido Comunista que exigían la expulsión del empresario, suponiendo que el escándalo abriría las puertas a otras pesadillas, igual relacionadas con los negocios de autos y piezas. Una bomba que estallaría apenas cinco años más tarde y que llegó a involucrar a los círculos familiares de las principales figuras en el poder para concluir con la expulsión de una decena de empresarios extranjeros, aunque la onda expansiva jamás alcanzó a Cristoforetti, quien continuó con su trabajo de interlocutor en las sombras.

Tanto en Cristoforetti como en Antonio Castro coincidían las mismas pasiones por el golf y los autos. Luego de inaugurar el Resort Son Antem en Mallorca, casi de inmediato, Sandro crea Germovil, una concesionaria de autos y piezas inscrita a nombre de la madre, Purificación Villatoro, en el registro de propiedades de la isla española. Cristoforetti apenas aparecería como consejero y miembro de la junta directiva, donde también estaban otros personajes del clan familiar.

Fue precisamente otro empresario español, conocido de Cristoforetti y relacionado con Germovil, quien estableciera en Cuba un negocio similar al de Sandro hacia finales de los años 90. Se trataba del valenciano Vicente Blasco Amado quien, casado con la cubana Lourdes María Fernández González, se introdujo en la isla a través de la firma Blafer International S.A., constituida en Panamá.

Este empresario, durante cerca de una década, vendió autos y partes de segunda mano a las corporaciones cubanas Cimex y Cubalse mediante un contrato de venta en consignación con la empresa estatal Transimport.

De manera astuta y en complot con funcionarios, compradores, del Ministerio de Comercio Exterior, exportaban a Cuba la chatarra que más tarde las empresas cubanas adquirían por un precio que redoblaba varias veces el que este señor pagaba a desguazadoras y concesionarias de España, entre ellas Germovil, que además movía los autos y piezas de segunda mano desde Cuba a Panamá, México y Curazao, y desde aquí hacia Europa en un círculo interminable de venta y reventa.

A pesar de participar de este tipo de operaciones, Germovil, tal como se verifica en los registros de la propia empresa, apenas fue próspera en los inicios. En un par de años devino un negocio muy irregular casi siempre en números rojos, con advertencias negativas para los inversionistas por causa de las pocas utilidades que rendía, no obstante, sirvió tanto a Sandro como a la parte cubana, durante cerca de una década, como amparo legal del movimiento de autos y piezas entre países, sin exponer demasiado a sus verdaderos beneficiarios, acostumbrados a crear este tipo de empresas de las que hubo y aún existen sus similares, sobre todo en Panamá y México.

En abril de 2003, Orenol, la empresa creada a finales de los 90 para las operaciones con Marriott en Mallorca, abrió un concesionario de Volkswagen en la misma isla y, según refleja la prensa local, amplió “su campo de actuación abriendo nuevas instalaciones que ocupan unos mil metros cuadrados en Avenida D’es Pla”. Sin dudas, los negocios de este orden fluyen coincidiendo en fecha con el auge del mismo en Cuba. Igual es curioso que comiencen a decaer cuando la desgracia se asoma a las puertas de Blafer International y Transimport en La Habana.

(Segunda parte de un reportaje investigativo realizado por periodistas de CubaNet. Las otras partes aquí)

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El eterno mediador de la familia Castro (III)
Cubanet
11 de septiembre de 2018


Sandro Cristoforetti, el 3ro de izquierda a derecha, en una fiesta en Palma de Mallorca (ultimahora.es)

“Todos los proyectos fueron congelados. Cristoforetti tuvo mala suerte, y con él Antonio que se había encargado de convencer a Fidel de aprobarlos”

LA HABANA, Cuba.- A inicios de 2007, una auditoría “inesperada”, orquestada por el departamento de delitos económicos del Ministerio del Interior que atendía directamente Alejandro Castro Espín, hijo de Raúl Castro, determina la cancelación del contrato con el valenciano Vicente Blasco Amado.

Igual se congelan varios proyectos a los que Fidel Castro, entonces convaleciente de una enfermedad que lo alejara del poder, les había dado el visto bueno pero solo de palabra, entre ellos el proyecto inmobiliario y campo de golf negociado con Globalia y Cristoforetti y que se mantuvo paralizado desde 2006 hasta octubre de 2017.

Dueño del poder absoluto, primero de manera provisional en 2006 y, más tarde confirmado definitivamente como heredero absoluto por su hermano enfermo, Raúl Castro, al mismo tiempo que se deshacía de los hombres más cercanos a Fidel, comienza una reestructuración del sistema económico heredado buscando proveer del control total al equipo que durante años formó, con mucha paciencia, en el Ministerio de las Fuerzas Armadas.

“Todos los proyectos fueron congelados. Cristoforetti tuvo mala suerte, y con él Antonio que se había encargado de convencer a Fidel de aprobar el proyecto”, asegura un especialista, actualmente en funciones, de la división de inversiones del Ministerio de Turismo.

“Por la parte española estaba Globalia y el compromiso de Caja de Baleares que tan solo tenían la palabra de Fidel como garantía, nada legal respaldaba el proyecto, y hablamos del año 2006, pero se enferma Fidel y entonces Raúl manda a engavetar todo …, fue una década en que no hubo respuesta, sencillamente no se hablaba de eso y en ese tiempo se estudiaron otros proyectos, uno de Reino Unido, otro de China y otro par de España, pero ninguno sobrepasaba los 400 millones de dólares, tampoco el primero que presentó Cristoforetti en 2006 alcanzaba esa cifra, fue hace un par años que se empezó a hablar de construir hoteles y casas por mil millones de dólares. Ahí cambiaron las cosas …, el proyecto se hizo público este año, pero ya estaba aprobado desde el año pasado”, afirma la misma fuente.

La “limpieza” de Raúl Castro había comenzado en 2007 con una ola de investigaciones que llevó a medio centenar de personas a la cárcel, igual que terminó con la disolución de Cubalse en 2009.

Cientos de extranjeros propietarios u operadores de negocios en Cuba fueron expulsados del país, de acuerdo con un documento confidencial del Ministerio de Comercio Exterior que obtuvo la agencia AP en su momento.

Al año siguiente continuaron las purgas que en gran medida perjudicaron a Cristoforetti al retirársele los derechos de exclusividad en la importación de bebidas y cigarrillos, algo que ya habían asumido otras empresas extranjeras controladas por el sistema económico de las Fuerzas Armadas.

La catástrofe se extendió a otras zonas de interés tanto para el italiano como para Antonio Castro. Mientras GAESA, en manos de Luis Alberto López Callejas, yerno de Raúl Castro, absorbía, mediante la creación de la firma SASA, la totalidad de los negocios de autos y partes tanto en Cuba como en el exterior, los concesionarios en manos de Cristoforetti fueron empujados a la quiebra.

Son años de verdadero terror en el ramo. En 2011 la venta de automóviles y repuestos hacia la isla disminuyó cuando los dos principales distribuidores, ambos canadienses, fueron acusados de “violar las leyes cubanas”. Mientras esto sucede, la balanza comienza a inclinarse en favor de las personas que integran el nuevo círculo de poder.

Ernesto Machado, hijo de José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, es nombrado Gerente de la sucursal cubana de la empresa alemana CBC inc, una posición que jamás se vio afectada a pesar de que varios empresarios extranjeros decidieron abandonar la isla o retirar sus proyectos de inversión entre los años 2011 y 2014, luego de acusar a Machado de extorsión y de corrupción al posicionar productos por encima de otros competidores, un privilegio que compartía con su amigo Luis Alberto Rodríguez López-Callejas.

Frente a esta debacle, los negocios de Cristoforetti fueron en caída libre. En agosto de 2012 Germovil anunció que cerraría para septiembre de ese mismo año, al igual que las otras concesionarias que abriera Cristoforetti apenas diez años atrás.

El 19 de febrero de 2015, los registros empresariales de Baleares informaron que “según los autos seguidos en juzgado con el no. 87/15 y no. 07040 47 1 2015 0000149, se ha dictado en fecha 19/02/2015, auto de declaración de concurso voluntario ordinario del deudor Germovil, s.a. … se acuerda la intervención por la administración concursal de las facultades de administración y disposición de la entidad concursada”, lo cual pone punto y aparte a un capítulo que no sería precisamente el último de la saga automovilística a los Castro, más cuando la cuenta bancaria de Blafer International S.A. abierta en el Banco Financiero Internacional (BFI) de La Habana nunca fue cerrada y aún continúa operando en dólares y euros.

Si en 2012 se disuelve Germovil, al año siguiente, pero en mayo, el hotel Son Antem de Mallorca pasó a formar parte de Iberostar, convirtiéndose en el primer establecimiento de 5 estrellas que la cadena tuvo en la isla española. De manera coincidente, ese mismo año Iberostar inauguró su primer hotel de lujo en Cayo Guillermo, en la cayería norte de Cuba. 

Mil millones de dólares. ¿De dónde saldrán?

A pesar de la mala racha, asociada a los cambios en Cuba, Alessandro Cristoforetti, asociado a su gran amiga María José Hidalgo, se ha lanzado con la mayor inversión de su tipo en más de medio siglo, aun cuando los indicadores de las empresas de ambos socios no son los mejores.

Aunque Globalia, por su parte, ha tenido buenos años fiscales desde 2014 hasta el presente, los registros muestran que su deuda continúa siendo elevada y todavía ronda más de 200 millones de euros, lo cual no significa una crisis insalvable aunque esta los ha llevado a escuchar las propuestas de competidores como Iberia para la compra de Air Europa.

En opinión de algunos medios informativos españoles, es posible que el financiamiento de la futura inmobiliaria asociada a un campo de golf en la Zona de Desarrollo de Mariel, con planes de apertura para el año 2023, corra a cargo de Caja de Baleares, tal como esta prometiera a Fidel Castro en su momento, pero también pudiera existir algún financiamiento no considerable por parte de Unicaja, con la ayuda de otras entidades bancarias latinoamericanas y europeas, aunque otra parte de la prensa española sospecha que provendrá de engaños al gobierno balear por el cobro de los llamados Descuentos de Residente.

Mientras el proyecto inicial de 2006 apenas contemplaba una inversión sobre los 300 millones de dólares y había sido pensado para unos terrenos en las cercanías de Varadero, diez años más tarde se ha convertido en una megainversión que abarcará una superficie de 207 hectáreas con tres kilómetros de costas exclusivos para tres hoteles que en conjunto sumarán 1200 habitaciones.

Luego de varios años congelado, incluso relegado por otras propuestas similares que entusiasmaron más a Raúl Castro, en 2015 Cristoforetti y Globalia transformaron la idea inicial, enfocándola hacia la posible apertura del mercado norteamericano pero, por dudas con el origen del financiamiento, el estudio de factibilidad no fue aprobado, así como las entidades cubanas dilataron el proceso de aceptación debido a los conflictos que generaría la venta y arrendamiento a perpetuidad de casas y terrenos a extranjeros ya sea por la falta de amparo en la Constitución vigente pero también por los intereses en juego dentro del propio gobierno donde algunas figuras dentro del Partido Comunista ven en el proyecto un “peligro ideológico” a corto plazo, mientras que otras lo acogen con entusiasmo debido a las ganancias individuales que les dejará unas inversiones de tal envergadura.

Lo cierto es que, luego de un breve período de silencio, Alessandro Cristoforetti, el mediador favorito, ha reaparecido en la escena económica de los Castro. Su viejo proyecto inmobiliario, pensado junto al amigo Tony, ha sido retomado con entusiasmo y aprobado con celeridad tan solo un par de meses antes del retiro de Raúl Castro, quien además se ha asegurado de que algunos ministerios, como el de Turismo, Fuerzas Armadas e Interior quedaran intactos frente al posible entusiasmo reformista de Miguel Díaz-Canel.

Funcionarios dentro del propio Ministerio de Turismo afirman que se le dio luz verde antes del cambio de poder como para no correr el riesgo de que vuelva a ser vetado por la nueva nomenclatura, pero todo parece indicar que ha sido para no disgustar a los amigos fieles ni revolver demasiado unas aguas ya de por sí turbulentas.

(Tercera parte de un reportaje investigativo realizado por periodistas de CubaNet. Las otras partes aquí)




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