¿Se irá a pique el dólar con Trump? Por Rafaela Cruz. Diario de Cuba.

Edificio de la Reserva Federal de EEUU. Nathan Howard Bloomberg
La polvareda levantada por el actual Gobierno estadounidense ha llevado a muchos a especular que peligra el rol de la moneda verde como 'dinero universal'.
La polvareda levantada por el torbellino Trump, está empañando el valor del dólar con respecto a otras divisas fuertes como el euro, el yen o el yuan, lo que ha llevado a muchos a especular que peligra el rol de la moneda estadounidense como "dinero universal", probablemente sustituida en un futuro no muy distante por billetes made in China.
Y, efectivamente, el Partido Comunista Chino lleva décadas impulsando —casi forzando— al yuan dentro de las carteras de reservas soberanas, otorgando swaps bilaterales de divisas —líneas de liquidez entre bancos centrales— en aquellas naciones donde tiene inversiones enormes, muchas de las cuales han resultado monumentales fracasos que a veces desequilibran pequeños países, a los que luego la propia China, convenientemente, rescata con su divisa.
La Reserva Federal estadounidense, por su parte, está concediendo muchos menos créditos de este tipo, actuando solamente cuando hay crisis a nivel internacional. Según el Centro de Investigación Ruth Richardson, las líneas de créditos chinas más que triplican las norteamericanas, con el decepcionante resultado de que la moneda del país asiático, luego de enormes esfuerzos financieros y políticos, es hoy apenas el 2% de las reservas internacionales.
El dólar, por su parte, ha cedido algo de terreno en las carteras de reserva estatal, pasando —según el IMF COFER (Currency Composition of Official Foreign Exchange Reserves)— de ser el 62% en 2016, al 58% en la actualidad. 58% contra 2%. ¿Puede llamarse eso desdolarización?
Que casi seis de cada diez unidades monetarias guardadas por los bancos centrales en el mundo entero sean dólares lo que refleja es el absoluto dominio que esta moneda aún conserva tras una prácticamente inapreciable reducción de su importancia.
Aunque conocer cómo se mueven las reservas internacionales es importante, hablamos aquí de ahorros estatales y, por lo tanto, de mucha política —que cambia según sopla el viento— detrás de la pequeña reducción del dólar en esas huchas. Entonces, para un mejor entendimiento de la importancia de la divisa estadounidense, debemos mirar cómo se mueven la economía privada y las dinámicas del mercado.
El comercio internacional global entre personas y empresas se realiza en un 54% en dólares, un 30% en euros, y apenas un 4% en yuanes. En la región Asia-Pacífico, donde se concentran tres de los países fundadores de los BRICS, y donde la economía china es líder, tanto como el 74% de los intercambios internacionales se hacen en dólares, lo que significa que ni siquiera los chinos quieren yuanes y se rinden ante el dólar.
Ese dominio tan apabullante significa que la gente y las empresas del mundo no solo siguen confiando en la moneda verde, sino que, según datos del BIS (Banco de Pagos Internacionales), los activos bancarios denominados en dólares han aumentado en los últimos 15 años con respecto a los depósitos bancarios que en otras monedas realizan personas y empresas de todo el mundo; es decir, la gente no solo cree que el dólar es fuerte, y por ello lo usa para el día a día, sino que confía en su fortaleza a largo plazo, y por ello lo sigue utilizando como reserva de valor.
Un vistazo al mercado FOREX (bolsa internacional de divisas) muestra que la actividad internacional de esa moneda está claramente en ascenso, pasando del 85 al 89% del volumen de intercambio total entre 2010 y la actualidad. ¿Declive del dólar? ¿Dónde, si su cuota de mercado está en pleno auge?
Que el oro y algunas criptodivisas estén funcionando en estos días como refugio ante las políticas económicas de Trump no debe tomarse como una hecatombe, sino como un movimiento especulativo puntual con muy poco reflejo en la economía real de la gente, que sigue negociando y ahorrando en dólares, pues no hay de momento ninguna alternativa realista a esta moneda, cuya preeminencia está muy lejos de ser disputada. Al contrario, si hay algún sentimiento universalmente compartido ese es el gusto por el dólar; la gente, sin importar a quién o a qué le rece, sin importar en que idioma hable, quiere más de esos billetes con retratos cabezones y banda azul.