La jefa de la diplomacia europea Kaja Kallas afirma que quiere un cambio en Cuba, pero la UE no tiene la capacidad ni el deseo de imponerlo y defendió el criticado Acuerdo con Cuba. Diario de Cuba.
La jefa de la diplomacia europea afirma que quiere un cambio en Cuba, pero 'la UE no tiene la capacidad' de imponerlo
Diario de Cuba
6 de mayo de 2025
Diario de Cuba
6 de mayo de 2025

Kaja Kallas interviene ante el Parlamento Europeo. European Newsroom
Kaja Kallas reconoce que "persiste el retroceso" en materia de derechos humanos en la Isla.
La Alta Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, defendió este martes el tan criticado Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) que mantiene el bloque con el régimen cubano desde 2016. En una sesión plenaria del Parlamento Europeo, la diplomática describió el pacto como "útil" para abordar con La Habana las violaciones de derechos humanos y descartó suspenderlo por ahora, como reclamaron eurodiputados del Partido Popular Europeo y de los grupos de ultraderecha, informó la agencia Europa Press.
Kallas afirmó que el bloque quiere un cambio en Cuba, "pero, como en todos los países, la UE no tiene la capacidad ni el deseo de imponer un cambio", señaló. En opinión de la alta representantes, La Habana "debe determinar su propio camino, pero la cuestión ahora es si nuestros valores e intereses se promoverán mejor a través de un compromiso basado en principios o a través del aislamiento y la desconexión".
"Ante las dificultades económicas y los cambios en la dinámica geopolítica, [el acuerdo] sigue siendo la mejor oportunidad de la UE para promover nuestros valores, defender nuestros intereses y apoyar las reformas", dijo y consideró que el ADPC "brinda un marco estructurado para discutir temas en los que somos diferentes". No obstante, afirmó que el acuerdo "no es una bala de plata" para resolver dichas diferencias.
"Creemos que el pueblo cubano debe poder elegir a sus gobernantes a través de elecciones libres y democráticas", dijo Kallas y recalcó que "este acuerdo todavía no ha traído el cambio que queremos, pero sí ha contribuido a cosas importantes, por ejemplo, disposiciones progresistas en la constitución del 2019, la aprobación de una nueva ley sobre familia y medidas, aunque tímidas, para el sector privado".
A pesar de que reconoció que "muchos consideran que no ha permitido alcanzar el cambio que esperamos", Kallas subrayó que el ADPC "no es una forma de ignorar nuestras diferencias, sino de abordarlas". Insistió, además, en que el acuerdo pretende "fomentar las reformas, fomentar el respeto a los derechos humanos y acompañar la modernización de la economía cubana, fomentando los valores europeos y protegiendo nuestros intereses", elementos que, sin embargo, no se han cumplido según las expectativas de la UE.
A pesar de su defensa del acuerdo, la diplomática asumió que "persiste el retroceso" en materia de derechos humanos, al tiempo que consideró "profundamente preocupante" la reciente revocación de la libertad condicional a los líderes opositores José Daniel Ferrer y Félix Navarro. Dijo, asimismo, que otro motivo de preocupación es la estrecha relación entre La Habana y Moscú, a donde viajará el gobernante cubano Miguel Díaz Canel para acompañar a Vladimir Putin en el desfile por el Día de la Victoria.
Kallas resaltó, además, que "todos los cubanos deberían poder hablar con libertad y sin miedos", y defendió que el Estado de derecho "es incompatible con la arbitrariedad" impulsada por La Habana. Así, la alta representante insistió en que "la UE no apoya al régimen" y que los fondos que se destinan a la Isla son canalizados a través de agencias de cooperación asociadas a las Naciones Unidas y a distintas ONG europeas, por lo que, resaltó, el dinero del bloque no es concedido a las autoridades del régimen.
Ante la intervención de Kallas, el eurodiputado Gabriel Mato, del Partido Popular Europeo, destacó que "la UE no puede seguir ignorando lo que sucede en Cuba", que vive una "crisis humanitaria insoportable y miles de presos políticos". "No caben excusas, hace siete años apoyamos el acuerdo y hoy tenemos que pedir suspenderlo", dijo.
Para numerosas organizaciones de la sociedad civil independiente, el acuerdo solo ha servido para proporcionar financiamiento a La Habana, mientras ha fracasado en su objetivo principal de promover las libertades fundamentales y los derechos humanos en Cuba, así como en mejorar el bienestar de sus ciudadanos.
Ante el auge de las voces críticas al interior del bloque, La Habana ha defendido sus vínculos con Bruselas, que le provee de cuantiosos recursos económicos en forma de ayudas e inversiones, pese a los reclamos de varios grupos políticos que insisten en sancionar al régimen cubano por su pésimo historial de derechos humanos.