Varadero Digital, el ensayo del Gran Hermano que impulsa el régimen de Cuba. Por José Luis Reyes. Diario de Cuba.
Varadero Digital, el ensayo del Gran Hermano que impulsa el régimen de Cuba
Por José Luis Reyes
Diario de Cuba
30 de mayo de 2025
Por José Luis Reyes
Diario de Cuba
30 de mayo de 2025

Peninsula de Varadero - you tube
Con el apoyo de Rusia, el régimen quiere tener su primera 'ciudad inteligente', aunque lo que más le interesa es perfeccionar la vigilancia.
Un antiguo sueño húmedo del castrismo es desplegar la vigilancia sobre los cubanos de manera infalible. En más de 60 años de totalitarismo, se ha ensayado desde convertir la delación en política oficial hasta tejer una espesa red de informantes en torno a todos y cada uno de los terrenos de la vida nacional.
Pero he aquí que en la era digital el aparato de vigilancia del régimen ha buscado ponerse al día con los sistemas de cibervigilancia y espionaje informático, que ha desplegado con la ayuda de sus aliados aventajados en la materia: China y Rusia.
De ahí que Varadero Digital sea una iniciativa que despierta suspicacias. La primera vez que se la mencionó en la prensa oficial fue en 2021. Por entonces fue presentado como un proyecto del Parque Científico Tecnológico de Matanzas (PCTM), cuyo propósito era usar "las tecnologías de la informática y las comunicaciones para generar soluciones que tributen a la calidad de vida de la población".
Una nota de la estatal Agencia Cubana de Noticias lo describió como una iniciativa para promover "el desarrollo del comercio electrónico a través de los canales de pago existentes (Transfermóvil y Enzona), aunque abarca otros ejes trascendentales como el de Gobierno, movilidad y gestión del transporte, y de sostenibilidad y ecosistema".
Posteriormente, la prensa oficial se ha referido a él como "un ambicioso proyecto cubano que busca transformar al principal destino turístico de sol y playa del país en una ciudad digital e inteligente para finales de 2024".
También se ha afirmado que la iniciativa busca utilizar "las tecnologías de información y la comunicación en la recopilación en tiempo real de datos, permitiendo el monitoreo y la mejora en la prestación de servicios del más importante polo turístico" del país.
Según tales reportes, que no explican en concreto cómo impactará en la calidad de vida de los residentes en Varadero y los cientos de miles de visitantes que el principal balneario de Cuba recibe cada año, el proyecto cuenta con la colaboración de más de 85 entidades nacionales, y se alinea con los objetivos de informatización y desarrollo sostenible de Cuba hacia 2030.
El Ministerio de Comunicaciones cubano precisó en 2023 que entre los propósitos de Varadero Digital está establecer estaciones de autoservicios digitales en Varadero y Cárdenas para "facilitar el acceso a trámites en línea y servicios electrónicos".
"Este proyecto posiciona a Varadero como un modelo para la transformación digital en Cuba, con el potencial de ser replicado en otras ciudades del país", señaló el Ministerio.
¿Por qué Varadero?
Quienes conocen Varadero saben que funciona como una ciudad aislada del resto de Cuba. Su condición geográfica de península estrecha con una única entrada y salida terrestre, más la existencia de un canal marítimo como separador de las dos porciones de tierra, hacen que pueda ser administrada como un territorio aislable.
De lo anterior se desprende que Varadero funcione como una maqueta modelo del territorio insular. Sus habitantes conviven desde hace décadas con turistas de decenas de países, con instituciones (tiendas, discotecas, comercios, zonas de recreo) que se parecen más a las del mundo capitalista que a las del resto de Cuba. Por ello, han sido privilegiados en varios sentidos. Por ejemplo, no sufren apagones, al contar con un sistema de energía casi desconectado del resto de la Isla.
Pero, ¿y si esa excepcionalidad sirviera al régimen para ensayar en formato reducido lo que podría ser un modelo de control nacional de cara al futuro?
Este deseo afloró a inicios de mayo, durante la visita de Miguel Díaz-Canel a Rusia para asistir por segundo año consecutivo al Desfile de la Victoria en la Plaza Roja de Moscú. Previo a ello, estuvo varios días de recorrido por San Petersburgo, donde quedó encantado con el Centro de Monitoreo de la Ciudad.
El alcalde local, Alexander Beglov, mostró al gobernante cubano el funcionamiento del sistema de videovigilancia de la urbe y el servicio de llamadas de emergencia 112, ante el cual Díaz-Canel se mostró asombrado.
"Policía, bomberos, ambulancias, antiterrorismo, accidentes de servicios públicos. Aquí trabajan 40 operadores por turno. En promedio, reciben 12.000 llamadas por día. El operador rellena la tarjeta y envía la información, y puede enviarla a todos los servicios al mismo tiempo. Y todos ellos están obligados a informar", refirió Roman Borisenko, director del Centro de Monitoreo, quien afirmó que este mostró su efectividad durante la celebración en Rusia de la Copa Mundial de Fútbol, en 2018.
Durante la visita de Díaz-Canel al lugar se supo que autoridades de San Petersburgo y expertos cubanos están discutiendo oportunidades para desarrollar la cooperación en esta área. En la actualidad, se está preparando un memorándum de entendimiento entre el Comité de Informatización y Comunicaciones de San Petersburgo y el Ministerio de Comunicaciones de Cuba.
Derivado de lo anterior, a sugerencia del ministro de Comunicaciones de Cuba, especialistas de San Petersburgo se preparan para participar en Varadero Digital.
Ciudad vigilada
Varadero es más que un destino turístico: es un sitio de frontera que sirve además como vitrina de una Cuba que no existe más allá de los límites del balneario. O sea, su importancia para el régimen es, además de económica, política. Por ello, está fuertemente vigilada.
Si bien no se dispone de cifras oficiales sobre el número exacto de cámaras de vigilancia públicas (CCTV) instaladas en Varadero, diversas fuentes indican que esta ciudad, al ser el principal destino turístico del país, cuenta con un sistema de videovigilancia significativo.
Según información de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), en los últimos años se ha incrementado el uso de videovigilancia en lugares de alta importancia pública y social cubanos, incluyendo Varadero. Las cámaras están ubicadas en áreas clave, como accesos viales, zonas hoteleras, espacios públicos y puntos de control en carreteras principales, pero también frente a viviendas de activistas y opositores.
¿Qué puede monitorear ese sistema de vigilancia integrado a tecnologías de telemetría y análisis de datos en Varadero? Pues desde los trasiegos entre cubanos y extranjeros (por ejemplo, los boteros no autorizados que se buscan unos dólares trasladando turistas, o las muchachas que se prostituyen), o los trabajadores del turismo que sacan jabas sospechosas de hoteles y restaurantes. ¿Para qué usaría el régimen esa información? Es fácil deducirlo.
Según las autoridades cubanas, el despliegue de un sistema de control apoyado en la tecnología favorece la estrategia nacional para fortalecer la seguridad en zonas de alto valor económico y turístico. Pero, ¿qué garantiza la protección de los datos personales recopilados o que estos no sufran un uso indebido?
La Ley de Protección de Datos Personales aprobada en Cuba en 2022 ya estipula en su Artículo 17.1 que "los datos personales pueden obtenerse, almacenarse y someterse a tratamiento específico, sin consentimiento expreso de su titular", en ocho situaciones, entre ellas, "si se encuentran en fuentes de acceso público" o "por razones de seguridad colectiva, bienestar general, respeto al orden público e interés a la defensa".
No hay que considerar un dato menor la participación de Rusia en Varadero Digital. Moscú y La Habana han estrechado lazos militares y de inteligencia, mientras que las empresas tecnológicas rusas hacen negocios en Cuba buscando usar a la Isla como trampolín para penetrar en las redes informáticas de países de la región, como reportó DIARIO DE CUBA.
De manera que Varadero Digital despierta más dudas que certezas. Faltaría ver cómo esa experiencia se expande al resto de Cuba y es efectiva, digamos, durante apagones de 20 o más horas.