El preso del 11J enfermo de cáncer Alexander Díaz recibe una golpiza por rechazar el trabajo forzado. Diario de Cuba. 

El preso político Alexander Díaz Rodríguez, quien padece un cáncer de tiroides y cumple una sentencia de cinco años de cárcel en la prisión Augusto César Sandino de Pinar del Río por participar en las protestas antigubernamentales de julio de 2021, recibió una golpiza en represalia por su negativa a realizar trabajos forzados y sus exigencias de recibir una licencia extrapenal.

Así lo hizo saber el Centro por una Cuba Libre esta semana, tras recibir la denuncia de la madre del prisionero, Moraima Rodríguez Batista.

Dos meses atrás, la organización dio a conocer que, a pesar de su delicado estado de salud, Rodríguez Díaz fue sacado del hospital y trasladado al Correccional 25, ubicado en el Cabo de San Antonio, en la punta más occidental de Cuba, para que trabajara haciendo carbón.

"A mí me detuvieron después, y me llevaron a una estación de Policía en Pinar del Río para obligarme a que regresara a La Habana", relató la madre del preso político. "'Yo no me voy sin verlo', les dije, y pude verlo finalmente. Está muy mal, muy delgado, pero él es un opositor, no va a trabajar en ese lugar, además físicamente no da más. Pido ayuda para sacar a mi hijo de allí y salvarle la vida", clamó la mujer.

En un video enviado al Centro por una Cuba Libre el pasado 16 de junio, Rodríguez Batista denunció que su hijo no recibe atención médica y que en el país no hay recursos para atenderlo. También recordó que, además del cáncer, Alexander Díaz Rodríguez tiene una hepatitis B, que habría sido inducida durante una transfusión de sangre.

"No me voy a callar", aseguró la madre del preso político. "Voy a seguir denunciando el caso de Alexander Díaz Rodríguez, enfermo de cáncer, sin atenciones médicas, un preso político que salió el 11J a decir 'Basta ya, libertad para Cuba".

Alexander Díaz Rodríguez recibió el diagnóstico de cáncer en octubre de 2022. Un mes después, las autoridades carcelarias lo trasladaron a una prisión aún más alejada del lugar de residencia de su familia.

"Me decían que mi hijo no quería saber de mí, y a él le decían que yo no me presentaba a las visitas, cosa que era incierta, yo nunca he fallado a una visita", añadió hace dos meses. "Nos torturaron psicológicamente a los dos".

"Me he presentado a todo tipo de organismos en Cuba y no me dan respuestas. No han aceptado las tres peticiones de licencia extrapenal que he presentado entre 2023 y 2024. La Fiscalía General de la República no quiso aceptar la licencia extrapenal de mi hijo, y he sido golpeada, y maltratada, para impedir que entregue ningún documento", relató.

"Lo que quiero es que liberen a mi hijo. Pido a todos los niveles internacionales que se me dé el derecho de tener a mi hijo en libertad. Mi hijo se puede salvar si lo operan, una vez que esté liberado", enfatizó.

El 10 de abril, el Centro por una Cuba Libre dio a conocer una carta enviada a personalidades, gobiernos y organizaciones internacionales para pedirles que intercedan ante las autoridades cubanas para que el preso político sea excarcelado y pueda recibir la urgente atención médica que necesita.

La carta fue enviada al posteriormente fallecido papa Francisco, al arzobispo Thomas Wenski, y a los congresistas norteamericanos Chris Smith y James P. McGovern. Asimismo, al secretario general de la OEA, Luis Almagro; a Roberta Motsela, presidenta del Parlamento Europeo; a los representantes de las organizaciones internacionales Human Rights Watch, Amnistía Internacional, Pax Cristi, y a relatores del Consejo de Derechos de la ONU.

La misiva recordó que Díaz Rodríguez "fue brutalmente golpeado y detenido el 11 de julio de 2021, mientras participaba en las protestas en la ciudad de San Antonio de los Baños, Artemisa".

En el momento de su arresto, Díaz Rodríguez militaba en el Partido Democrático 30 de Noviembre Frank País, fundado en la década de los 90 y promotor de los derechos humanos y la acción cívica no violenta. Fue condenado a cinco años de prisión.

"Durante este tiempo, ha sido objeto de malos tratos que alcanzan el nivel de tortura, por denunciar las condiciones de derechos humanos en las cárceles donde ha estado recluido", señaló en la carta el Centro por una Cuba Libre.

El Centro por una Cuba Libre pidió en su carta "a las organizaciones internacionales de derechos humanos y a los gobiernos libres del mundo" que "no se olviden de los miles de presos políticos cuya vida peligra en las cárceles cubanas y pidan cuentas al régimen de La Habana sobre estos casos".