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Regalan al que fuera dictador sustituto, Raúl Castro, una réplica de la campana de La Demajagua : ¡cuánta confusión! Por Jaime Leygonier.*

Regalan al que fuera dictador sustituto, Raúl Castro, una réplica de la campana de La Demajagua : ¡cuánta confusión! Por Jaime Leygonier.* cubademocraciayvida.org web/folder.asp?folderID=136


Regalan al que fuera dictador sustituto, Raúl Castro, una réplica de la campana de La Demajagua: ¡cuánta confusión!Por Jaime Leygonier.*

Hemos recibido esta colaboración desde Cuba del conocido periodista independiente, Jaime Leygonier; como sea que se trata de un artículo de temas históricos de  actualidad, con el estilo cortante que caracteriza a este periodista, lo incluimos en este blog. Espero lo disfruten

Regalan a Raúl Castro, réplica de campana de La Demajagua: ¡Cuanta confusión!
Por  Jaime Leygonier.*

La Habana, 2019./ Las autoridades de la ciudad de Bayamo, honraron al General, con una réplica de la campana del ingenio La Damajagua, un símbolo patriótico del inicio de la Guerra de los Diez Años (1868-1878) para la independencia de Cuba y la abolición de la esclavitud.

Regalo por los festejos por el 26 de julio, aniversario del asalto al Cuartel Moncada.

Según el periódico “Granma”, primera plana del viernes 26 de julio, fue acuerdo de “asamblea solemne” del Poder Popular bayamés, presidida por Miguel Díaz-Canel y el segundo en el Partido, el anciano jerarca Machado Ventura.

Pero la redacción de la noticia confunde, “la campana fue recibida por el compañero Machado Ventura, y reconoce a Raúl – Castro – “como artífice de nuestra independencia y maestro de la obra de la construcción de la sociedad socialista, que ha protagonizado una vida de entrega total e incondicional a la emancipación de la Patria”.

Confunde este “fue recibida por Machado Ventura”, cuando el titular de primera plana es: “Confieren a Raúl la réplica de la campana de La Demajagua”.

¿Quién de los dos la recibió? ¿O se la dieron a los dos? ¿Para que la carguen entre ambos? Aun así, y con no ser grande, me parece demasiado pesada para los dos gloriosos ancianitos, ¿los quieren herniar? Hacérsela cargar es un atentado contrarrevolucionario. A menos que la réplica sea en un metal ligero, como calamina, o en papiermaché (“Granma”, como de costumbre, no aclara sus enredos).

Los aduladores, que aquí llamamos “guatacas”, se pasan de exagerados y deberían ser prácticos: Den una réplica de la campana a escala, que no moleste de pisapapeles, adorno de mesa o para el árbol de Navidad.
Otra confusión: ¿Cómo “reconoce a Raúl “como artífice de nuestra independencia” cuando  el artífice crea, construye y siempre nos dijeron que el que lo hizo todo fue el Gran Hermano, Fidel Castro, y los demás contribuyeron a sus órdenes, pero jamás hubo “colectivo de autores”.

¿Y cómo “ha protagonizado una vida de entrega /…/ a la emancipación de la Patria”, si siempre nos dijeron que Fidel Castro, la emancipó en 1959? ¿Insinúan que no está emancipada y el hermano menor se dedica a ello desde toda la vida sin conseguirlo?
Pero entonces no sería “un maestro de la obra de la construcción de la sociedad socialista”, pues todavía no consigue emanciparnos y “la obra” es, extremadamente defectuosa. A un maestro le salen bien las cosas.

 Y nuestros salvadores han envejecido como estudiantes que siempre reprueban todos los exámenes, excepto su nota de “excelente” en mantenerse en el poder.

Este incienso al General, me recuerda a los guatacas de Leonid Brezhnev , el número uno de la U.R.S.S., en cuyo honor inflaban el papel jugado por “la pequeña tierra” durante “La gran Guerra Patria” ; pues había sido un teatro de guerra de mínima importancia, pero Brezhnev  sirvió allí.

¿No pasó nada en el mundo, ninguna noticia, que el titular de la primera plana tenía que ser ese regalo? Si bien ya es raro ver una noticia en la panfletaria prensa oficialista.

Otra: Si el honor lo confiere la Asamblea del Poder Popular de Bayamo; ¿por qué tuvo que presidirla el presidente del Consejo de Estado y de Ministros, Díaz-Canel? ¿Lo espontáneo no sería que la presidiera el jefe de Bayamo y dijera: “Propongo que le otorguemos la campana”?

Y si como presidente tiene esa atribución de quitarle la batuta al presidente de la asamblea de Bayamo, ¿por qué tenía que presidir junto con el presidente Diaz-Canel, el número dos del Partido, Machado Ventura? En nada le tocaba.

En Cuba, como en las cortes medievales, nunca sabemos cuál cargo significa poder efectivo o es de mentiritas, como los del Poder Popular, porque el poder radica en la persona y no en su cargo.

Pero, ¿y para que le serviría una campana el anciano general? En los ingenios del siglo XIX, servían para llamar a los esclavos y marcar el horario de sus faenas; Castro II, puede usar teléfonos e intercomunicadores para llamar a alguien y ese trasto lo incomodará donde quiera que lo ponga.

Claro, todo este glosar “emancipación”, “independencia” y el regalo campaneril, juega con el simbolismo de esa campana, que la última vez que la tocaron para llamar a los esclavos, su amo Carlos Manuel de Céspedes, les dio la libertad y los invitó a luchar por la emancipación y la independencia.

Carlos Manuel de Céspedes, recibió en la República el título de “Padre de la Patria” y en 1968, Fidel Castro conmemoró en grande ese centenario con un discurso en que se comparó con él: “Nosotros habríamos sido como ellos y ellos habrían sido como nosotros” y “en Cuba solo ha habido una revolución /…/Son cien años de lucha”.

Luego, paso a pasito del culto a la personalidad, se convirtió en más que “Padre de la Patria”, en la Patria misma; y muerto, unos por energúmenos y la mayoría por hipócritas, corearon: “Somos Fidel”. Y le decoraron la tumba con la tumba de Carlos Manuel de Céspedes, que cambiaron de lugar.

Raúl Castro, “el artífice”, “el maestro de la construcción del socialismo” dedicado de por vida a “la emancipación”, viene a ser como un tío de la Patria, tío con méritos opacados por la luz cegadora de su hermano y ahora, sorpresivamente, todos juran que resplandeció siempre.

En lo que no hay confusión, que nadie “se haga el primo”, es en que está descartado que se le ocurra tocar la campana para liberarnos a los once millones de esclavos que heredó.

*Jaime Leygonier. Periodista independiente cubano. Ha colaborado con la agencia de prensa independiente Hablemos Press y sus notas aparecen en distintos sitios de internet sobre temas cubano.

Publicado por /buenavistavcuba.blogspot.com/