"Masonería SOS". Por Angel Santiesteban-Prats en Facebook. 

Desde que el ex GM Fco Javier cantó la jugada de que lo estaban presionando para que enviara al Soberano IPH José Ramón Viñas Alonso 33º para la Corte, y él le expusiera a la policía política evasivas lógicas de que sería imposible, y ellos continuaran el asedio en su contra para que buscara y encontrara la forma de lograrlo, por lo que el GM Fco Javier decidió emigrar porque no soportó tanta presión de la “mano negra”, una injerencia que de alguna manera siempre estuvo, pero en ese momento en actitud más frontal, desesperada y desafiante, ha destapado el accionar del gobierno cada vez de manera más directa sin ocultar la injerencia. Desde ese momento, se dieron a la tarea de estudiar cómo presionar al siguiente GM, el afamado, por negativo, Mario Urquía. Le hicieron una auditoría en su Mipyme “casi forense“, me dijo personalmente el propio Urquía, y al encontrarle todo el fraude que acostumbra, lo hicieron ceder y comenzó el ataque directo contra el Soberano José Ramón Viñas Alonso, por su carta a Díaz Canel a raíz del 11J y su llamado violento contra el pueblo, lo que desde entonces le ganó la animadversión del Estado Cubano al Soberano, y ha sido tildado de disidente con tratamiento desde entonces como letal enemigo, por lo que han emprendido la guerra en su contra con toda la fuerza de la maquinaria represora del sistema totalitario.

 

El daño que le han causado a la masonería es profundo. Y desde el viernes pasado, ha comenzado el ataque directo del gobierno contra el Supremo Consejo. Ya están saliendo los acólitos desde el interior del escocismo, en sus ansias de poder, que saben determinaciones e intenciones de la conversación entre el Supremo y el MINJUS, y hasta de decisiones que aún no han sido informadas oficialmente al Supremo. ¿Cómo la obtienen? ¿Quién se ocupa de informarlos? Lo sabemos. Pero ya es tan obvio lo que quiere el gobierno y a los que usan, que la vergüenza ha caído al piso de una manera impresionante, sin que les importe, ser y quedar como traidores a sus juramentos ante sus hermanos.

 

 

Creo que si no somos una masonería digna, y hacemos honra a los juramentos que hicimos, debería de terminarse la masonería hasta que Cuba sea libre y se logre retomar, porque lo que quiere el gobierno no es masonería, sino una especie de Comité de Defensa de la Revolución (CDR), y algunos cederistas ya están optando por ser presidentes y asumir su rol de chivatos.

 

La garantía es que vamos a defender a la masonería hasta la última consecuencia honorable.