Bruselas y La Habana abrirán otro ciclo de diálogos, en medio de críticas por el retorno a prisión de opositores. Diario de Cuba. 

Aunque el texto del ADPC menciona la promoción de los derechos humanos entre sus objetivos, activistas y observadores cuestionan su efectividad tras años de implementación sin avances visibles en libertades fundamentales en Cuba.

Diplomáticos europeos consultados por la agencia española reconocen la existencia de divisiones internas dentro del bloque. Mientras la mayoría respalda la "línea pragmática" y acrítica expresada por la alta representante para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, algunos Estados miembros se muestran crecientemente escépticos. Estos últimos reclaman una revisión del acuerdo, en vista de su escaso impacto en materia de derechos humanos.

Durante un reciente debate ante el Parlamento Europeo, Kallas admitió que el ADPC "no ha aportado lo esperado", pero defendió su continuidad como una herramienta útil para "promover valores e intereses" de la UE en la Isla. No obstante, su apelación a mantener el compromiso con La Habana "considerando el contexto geopolítico" —en alusión a los vínculos del régimen cubano con Rusia y China— ha generado críticas por supeditar los principios democráticos a intereses estratégicos.

Organizaciones como el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) y Prisoners Defenders, ambas con sede en Madrid, denuncian que la UE mantiene una "visión desactualizada" sobre la situación en Cuba.

El OCDH ha advertido sobre los "nulos resultados" del ADPC en cuanto a libertades civiles, y ha reclamado mayor firmeza y un rediseño de la política europea hacia la Isla. Prisoners Defenders ha denunciado que el propio acuerdo permite al régimen vetar la participación de representantes de la sociedad civil independiente en los encuentros bilaterales, lo que "condena al fracaso" cualquier intento de promover los derechos humanos a través del diálogo.

Según los datos más recientes de esta organización, en abril de 2025 el número de presos políticos en Cuba ascendía a 1.155 personas, una cifra que ilustra la intensificación de la represión en la Isla, en abierta contradicción con los objetivos del acuerdo.

Recientemente, una veintena de organizaciones de la sociedad civil cubana e internacional presentaron una petición a Kaja Kallas, en la que sugieren hacer "cambios urgentes" al pacto que rige la política del bloque en sus vínculos con el régimen de La Habana.

De acuerdo con un comunicado de la organización Ciudadanía y Libertad, la petición fue entregada en Bruselas el lunes 19 de mayo por la activista Carolina Barrero, directora del colectivo de la sociedad civil de la Isla.

"A las puertas del Consejo Conjunto, previsto para inicios de junio, las organizaciones firmantes alertan que mantener el ADPC en su forma actual —sin correcciones sustantivas— pone en entredicho su legitimidad y expone a la Unión Europea al riesgo de verse asociada a una arquitectura de cooperación que reproduce condiciones de opacidad, exclusión y represión, en abierta contradicción con los valores que el acuerdo se comprometió a promover", advirtió.

Las propuestas reclaman una inclusión oficial y sustantiva de la sociedad civil independiente cubana en el Diálogo de Derechos Humanos UE-Cuba, así como la eliminación de requisitos que subordinan a estas organizaciones al restrictivo marco legal del régimen. También exigen mecanismos públicos y transparentes para supervisar el uso de los fondos europeos, asegurando su coherencia con los valores democráticos de la UE y evitando que terminen en manos de entidades represivas. Finalmente, piden sustituir las reuniones informales por un canal institucional de interlocución legítimo, transparente y acorde a los principios de rendición de cuentas.

Familiares de los presos políticos José Daniel Ferrer y Félix Navarro han vuelto a denunciar las condiciones inhumanas y el deterioro de salud que enfrentan los opositores encarcelados en Cuba.

Según denunció en Facebook la activista Ana Belkis Ferrer García, su hermano José Daniel Ferrer, recluido en la prisión de Mar Verde, lleva 31 días con diarreas, presenta granos en la cabeza y sobrevive con los escasos alimentos que logró recibir el pasado 10 de mayo.

Se encuentra en hacinamiento extremo con cinco reclusos más, en condiciones insalubres, bajo intenso calor y sin atención médica adecuada, detalló. Además, se reporta un brote de varicela y chinches en el penal, y una alimentación deficiente y muchas veces en estado de descomposición, lo que Ferrer se niega a consumir.

Ana Belkis Ferrer denunció que "estos son campos de concentración al estilo nazi" y pidió libertad inmediata para todos los presos políticos.

En paralelo, Félix Navarro, de 70 años, diabético y también devuelto a la cárcel por el régimen, podría estar hospitalizado en el Hospital Militar de Matanzas, según una información aún no confirmada que recibió su esposa, Sonia Álvarez Campillo.

Navarro fue llevado primero al hospital de Colón para realizarle exámenes médicos, pero desde entonces su paradero es incierto, y las autoridades del penal de Agüica no han proporcionado ninguna información oficial, informó Martí Noticias.

Cubalex, centro de asesoría legal, ha recibido reportes preocupantes que sugieren que Navarro pudo haber sido expuesto intencionalmente a un virus durante su estancia sin justificación médica en la enfermería de la prisión. Su esposa ha intentado infructuosamente comunicarse con hospitales y funcionarios del régimen para confirmar su estado de salud. "Hasta que no hable con Félix, yo voy a seguir diciendo que está mal", declaró.